Cuando escuchamos palabras como «dieta», «operación bikini» y «perder peso» pensamos en comer ensaladas con pechugas a la plancha hasta obtener ese peso ideal con el que soñamos. Lo que conocemos a día de hoy es que ese no es un buen remedio para obtener el peso que deseamos. Lo que no sabemos es que aliñar el plato de cualquier ensalada puede convertirse en tu mejor amigo, pero también en tu peor enemigo.

Son muchas las personas que me habéis llegado a comentar que, aun comiendo ensaladas cada día, no conseguís esa pérdida de peso que buscáis. ¿El motivo? Pueden ser varios, ya que cada cuerpo es un mundo:

  1. La adición de ingredientes grasos (bacon, mozzarella, queso tipo feta, etc.).
  2. Una retención de líquidos que pueden provocar algunas verduras crudas.
  3. Un exceso de aceite en el aliño.

En el artículo de hoy, voy a centrarme en este último motivo y daros las claves para que deje de ser la causa por la cual vuestras ensaladas puedan estar rondando las mismas calorías que un plato de pasta carbonara.

¿Cómo hay que aliñar el plato?

1.- Si se trata de una ensalada, lo ideal es que prepares el aliño en el fondo del plato. De esta manera, te será mucho más fácil ver la cantidad exacta que estás añadiendo y la mezcla con los ingredientes será mucho más homogénea.

aliñar sin aceite2.- Hablando de cantidades, en el caso en que tu aliño contenga aceite, la medida de esta será de 1-2 cucharadas como máximo. Un truco es que utilices un pequeño recipiente a parte para preparar el aliño y no lo hagas directamente en el plato. ¿Cómo sabemos cuál es la cantidad de aliño ideal? La suficiente como para que no te sobre aliño en el fondo del plato. A nadie nos gusta comer un plato aceitoso o al que le sobre aceite por todas partes. Los ingredientes deben estar ligeramente impregnados con el aliño, lo justo como para aportarles su sabor característico.

3.- Puedes aprovechar el aliño para jugar con diferentes colores y texturas, desde agregarle frutos secos hasta innovar con especias, hierbas aromáticas e incluso, por qué no, hacerlos dulces.

3 aliños sin aceite

  1. Zumo de limón + queso batido 0% + menta.
  2. Sal + pimienta negra + zumo de lima + perejil.
  3. Vinagre de Módena + miel + mostaza.

Estos aliños no son sólo ideas para aliñar tus ensaladas, puedes también añadirlos en tus verduras salteadas, a esa triste pechuga de pollo a la plancha o incluso al salmón. A partir de ahora, aliñar el plato puede ser tu arma perfecta para mantener tu peso bajo control.

Elige lo que mejor le siente a tu cuerpo y… ¡Cómete la Vida!