Cuando decidimos ponernos a dieta, pueden venirnos a la cabeza palabras como «restricción», «prohibición», «comer poco» o «auto-control«. Son palabras que suelo escuchar mucho en consulta, sobre todo en personas que vienen de dietas estrictas y que les alejan de la realidad.
En este artículo, me gustaría mostrarte una manera diferente de «ponerte a dieta». Lejos de la rigidez y el auto-control, cerca de la flexibilidad y el disfrute de la comida. Porque comer es un placer, estemos a dieta o no. ¿No te parece? ¡Sigamos!
El auto-control y la rigidez, ¿te ayudan a perder peso?
Puede resultar muy obvio creer que cuanto más auto-control y rigidez aplicamos en nuestro día a día, mejor van a salir las cosas. Mantener un orden, una organización y una constancia puede ser beneficioso para desempeñar nuestros quehaceres diarios, pero todo en su justa medida. Cuando llevamos ese exceso de rigidez y auto-exigencia también a nuestra manera de alimentarnos, a una de las cosas que puede ayudarnos es, precisamente, a empeorar nuestra relación con la comida.
No soy partidaria de movernos en los extremos, me explico: no creo que la restricción o prohibición te ayuden a perder peso, pero tampoco significa que debamos aplicar el polo opuesto: la barra libre. ¿Lo ideal? Movernos en el término medio, la flexibilidad.
La flexibilidad, la clave para perder peso
Cuando empezamos a ser flexibles en nuestro día a día, nuestros niveles de estrés y/o ansiedad disminuyen considerablemente. Si llevamos esa flexibilidad a la mesa, nuestra ansiedad por la comida también irá disminuyendo poco a poco, mejorando así nuestra relación con la comida. Puede que también reduzcamos la cantidad de comida que comemos normalmente, quedando cómodamente saciados en lugar de incómodamente llenos.
Sin embargo, son varias las personas que me han confesado, en consulta, que sienten cierto miedo a vivir su día a día con cierta flexibilidad. Ese «miedo» corresponde al miedo de no poder controlarlo todo. Pero, ¿qué hay de malo en que haya pequeños imprevistos o ligeros cambios en el día a día?
Te invito a ponerlo en práctica desde mañana mismo y… ¡Cómete la Vida!
0 Comentarios