Se estima que cada persona podemos estar consumiendo una media de 100g de azúcar cada día. Esto equivale a unas 10 cucharadas soperas, lo cual es una barbaridad, ¿verdad? Si tenemos en cuenta el consumo excesivo de refrescos, alimentos procesados, bebidas azucaradas, comidas preparadas y bollería industrial que se hace hoy en día, no es de extrañar.
Es cierto que cada vez nos preocupamos más por nuestra salud y que los edulcorantes están ganando terreno al azúcar en los últimos años, pero el edulcorante que estamos utilizando, ¿es realmente más saludable que el azúcar?
En el post de hoy, voy a hablaros de la panela, el azúcar que se obtiene de la evaporización del jugo de la caña del azúcar original.
Los beneficios de la panela:
La panela es un tipo de endulzante muy concentrado, por lo que tan sólo necesitaremos una pequeña cantidad para endulzar nuestros platos. El secreto principal de su sabor está en que es totalmente natural, por lo que podemos considerarlo un producto orgánico.
Si que se trata, ya que se calienta y clarifica para que sea apto para su consumo, pero no obtiene, ni mucho menos, los tratamientos que tiene que soportar el azúcar moreno y ya no digamos, el azúcar blanco. Esto nos da un alimento mucho más rico en nutrientes esenciales que si tomamos el azúcar de mesa habitual.
Entre otros muchos beneficios, nos encontramos con que:
- No acidifica el ph de nuestro cuerpo.
- Tiene un efecto balsámico y expectorante (cuando nos resfriamos) magnífico, al igual que la miel.
- No desmineraliza nuestros huesos, los mantiene sanos y fuertes.
- Nos proporciona energía durante más tiempo.
- No nos provoca picos altos y bajos de glucosa en sangre como lo hace el azúcar blanco.
- La parte endulzante la aporta con glucosa y fructosa.
- No hay sustancias que puedan dañar la salud, ni aditivos ni colorantes (como en el caso del azúcar).
- Entre sus minerales esenciales se encuentran el Cobre, el Zinc, el Calcio, el Fósforo y el Magnesio, entre otros.
- Nos aporta vitaminas del grupo B y también vitaminas A, C, D y E, a diferencia de los azúcares refinados.
No podemos comparar la parte integral de la panela (que viene a ser alrededor de un 20%) con la parte integral de un pan, que puede llegar a ser del 100%. Pero tenemos otras muchas alternativas a la panela como son la miel de abeja natural (no apta para personas veganas), las hojas originales de la Stevia o incluso las frutas deshidratadas.
En resumen, tenemos por una parte el azúcar blanco o el moreno (azúcar blanco pintado de marrón), ambos endulzantes muy dañinos para nuestra salud y que no nos aportan nutrientes esenciales. Por otra parte, tenemos la panela, un endulzante muy rico en nutrientes y que endulzará de igual manera nuestros platos.
Os recomiendo elegir la panela ya molida, porque es mucho más fácil y cómoda de utilizar que el bloque de panela en sí, ya que evitamos tener que rallarlo cada vez que queramos utilizarlo.
Opta por la vida sana implementando pequeños cambios en tu vida y… ¡Cómete la Vida!
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