Voy a comenzar este post sobre el pan integral citando algunas frases que puede que hayas oído a tu alrededor:

  • – «El pan engorda».
  • – «¿Quieres pan? «No, que estoy a dieta».
  • – «No puedo comer pan y mucho menos de noche, ya que no lo voy a gastar y se convertirá en grasa».

Antes de explicarte nada, lo primero que te voy a pedir es que no te creas ninguna de estas afirmaciones, ya que no son ciertas. Te puedo asegurar que aún estando a dieta no es que puedas, sino que DEBES comer pan en las comidas pero, ¿qué tipo de pan y en qué cantidad? ¡Ahí está el quid de la cuestión!

Los distintos tipos de pan:

Entras en la panadería y lo que en teoría es algo sencillo, resulta ser una auténtica aventura: tenemos pan integral, pan blanco, con semillas, con pasas, con cereales, de avena, con nueces, de espelta, hecho con masa madre, con olivas verdes y/o negras, pan dulce, salado, de vidre… ¡Qué mareo! Quiero pan y punto pero, ¿cuál es el ideal cuando queremos bajar de peso? Sin duda, el pan integral.

Beneficios del pan integral:

Si el pan es integral, mejor que mejor ¿Por qué? – Contiene fibra y harina integral, por tanto, nos proporcionará una mayor saciedad (lo cual regulará nuestro apetito) y además, la fibra será la encargada de ayudarnos a regular nuestro tránsito intestinal, el cual puede verse afectado cuando reduces la ingesta diaria habitual.

pan integral

El pan con cereales sí, pero integral – Muchas veces confundimos una barra de pan envuelta en semillas de sésamo, copos de avena y pipas de calabaza con pan integral, pero no siempre es así. Para que un pan sea integral, debe estar elaborado con harina integral y no harina blanca/refinada.

Trucos para dosificar el pan:

Al comprar el pan, opta por establecimientos en los que hagan el pan in situ en lugar de traerlo congelado. Este tipo de pan hecho en la misma panadería carece de conservantes, es de mejor calidad que el congelado y su precio es parecido. Lo ideal es que lo compres y cuando llegues a casa, hagas rebanadas y congeles las que vayas a consumir en los próximos días.

Evita quedarte en la sobremesa comiendo pan cuando ya ni siquiera tienes hambre.

Antes de sentarte a comer o cenar, pon junto a tu plato las 2 rebanadas de pan integral que debes comer en lugar de poner la barra entera en el centro de la mesa.

Y por último, ¿cuál es la ración ideal de pan? Puedes acompañar tus desayunos, comidas y cenas con 2 rebanadas de pan integral (con o sin cereales). Así ayudarás a mantener tus niveles de glucosa en sangre estables durante todo el día y evitarás que esos niveles bajen en exceso. Cuando esto ocurre, lo más probables es que te apetezca comer algo dulce, algún alimento «prohibido» y rico en azúcares.

En definitiva, incluyendo una pequeña ración de pan integral a lo largo del día se te hará mucho más llevadera la pauta de adelgazamiento que estés llevando a cabo, ya que conseguirás controlar tu apetito y evitarás caer en la tentación de lo dulce.

¿A qué esperas para comprobarlo por ti misma?

Incluye alimentos integrales en tu día a día y… ¡Cómete la Vida!