El verano se acerca y es el momento de echar un vistazo a la lista de buenos propósitos que hiciste a comienzos de este año. En ella, habrá objetivos cumplidos y objetivos sin cumplir. No debes preocuparte por estos últimos, ya que aún estás a tiempo de cumplirlos este año.

Queda más de medio año aún por delante pero, ¿y si el error no ha sido tu fuerza de voluntad, sino la manera de redactarlos? Sí, has leído bien. Hay ocasiones en las que no fallamos nosotros, sino el objetivo a cumplir. ¿Quieres conocer qué requisitos deben cumplir tus objetivos para que puedas cumplirlos todos antes de que te den las uvas?

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¿Cómo se hace la lista de buenos propósitos?

buenos propósitosESPECÍFICO

Los objetivos demasiado abstractos o generales son difíciles de cumplir precisamente por eso, porque no dejan claro el objetivo a cumplir en sí. Lo ideal es que tu objetivo sea específico, redactado con todo detalle. Para especificar un objetivo, puedes incluso tener varios sub-objetivos. Estos ayudan a ir cumpliéndose poco a poco y así aumentar tu motivación para seguir adelante.

MEDIBLE

Para poder determinar si se cumple o no, es imprescindible que el objetivo sea medible y ajustarlo a tus propias necesidades.

ALCANZABLE

Es absurdo plantearte objetivos que sabes que no vas a cumplir. Tu situación actual, tus recursos y herramientas son las que debes tener en cuenta para saber si alcanzarás o no ese objetivo que te estás planteando alcanzar.

REALISTA

Aunque pueda parecer muy obvio, nuestro extra de motivación puede alejarnos de la realidad. Cuando nos planteamos un objetivo realista, estaremos invirtiendo nuestro tiempo en él, en lugar de estar perdiéndolo.

TEMPORAL

¡Así es! Un objetivo debe tener fecha de caducidad, ya que un objetivo que se eterniza no se llega a cumplir jamás. Lo ideal es que detalles la fecha en la que te gustaría cumplir ese objetivo.

Encuentra la motivación en tu día a día para alcanzar tus objetivos y… ¡Cómete la Vida!