A tan sólo una semana de las navidades, nos echamos las manos a la cabeza pensando en las cenas de Navidad. Como ya te comenté hace 2 semanas en el artículo dedicado a conocer cuál es la mejor manera de terminar bien el año, el disfrutar de esta época tan mágica no tiene por qué ir de la mano de los kilos de más ni del sentimiento de culpabilidad.

¡En el equilibrio está la clave del éxito!

Me gustaría ir más allá en este artículo y así aportarte algo extra esta vez:

¿Cómo disfrutar de las cenas de Navidad?

1.- Relájate y disfruta.

Lo primero que te propongo es que te relajes y disfrutes de cada comida o cena de Navidad. Relajarse no significa comer sin control, sino dejar de lado esa lucha interna con las calorías, con lo que debes y no debes comer.

2.- Aprende a priorizar.

cenas de NavidadEl patrón común de la mayoría de las cenas de Navidad es el elevado número de platos. Por ello, te propongo estas 4 opciones:

  • Cenar como si de un menú degustación se tratara, es decir, en raciones muy pequeñas.
  • Priorizar aquellos platos que más te gusten.
  • Comer los entrantes que no lleven una rebanada de pan en la base, ya que acabarás llenando tu estómago por todo ese pan y sin ni siquiera haber llegado al plato principal.
  • En el caso de los entrantes, puedes hacer una pequeña cata, comiendo uno de cada tipo.

3.- Gánale el pulso al postre.

¿Te has parado a pensar por un momento qué es lo que realmente nos hace engordar en navidades? Me atrevería a señalar a los entrantes y al postre como principales culpables. ¿Opinas lo mismo que yo?

Lo ideal es que acompañes ese pequeño trozo de turrón con un té verde con avena e incluyas un pequeño bol de frutas. Así conseguirás el punto de dulzor y saciedad perfectos para disfrutar de una agradable sobremesa en familia, sin molestias digestivas ni remordimientos innecesarios.

¡Objetivo cumplido! Poniendo esto en práctica, estoy segura de que estas navidades serán bien distintas y disfrutarás mucho más de las cenas de Navidad.

Encuentra el equilibrio prefecto sin obsesionarte y… ¡Cómete la Vida!

Imagen principal del postre realizada en el restaurante Iñigo Lavado (Ficoba).