En anteriores publicaciones os he hablado sobre lo práctico y rápido que es cocinar al vapor. De hecho, ha sido uno de los descubrimientos que más me ha sorprendido este año. He puesto en práctica numerosas recetas, utilizando recipientes aptos para ello e innovando para poner a prueba distintas texturas y combinaciones de alimentos.

Algunas de las afirmaciones que más he oído y leído al hablar de este tipo de técnicas culinarias, ya sea la cocción al vapor o la cocción con agua, son:

  • Es como comer comida de hospital, no tiene sabor.
  • Cuando estás enfermo va bien comer limpio, pero si no lo estás lo mejor es comer normal.
  • Eso es para perder peso y yo no lo necesito.

Me gustaría que abrieras tu mente y descubrieras qué hay más allá de la cocción al vapor:

¿Es lo mismo hervir que cocinar al vapor?

¡En absoluto! Tú mismo podrás ver las ventajas de cocinar al vapor frente a la cocción en agua:

cocinar al vapor1.- Menos temperatura.

Al no llevar los alimentos a ebullición (100ºC) los mantienes más vivos. ¿Esto qué quiere decir? Que pierden menos nutrientes ya que la temperatura de la cocción al vapor no es tan alta como cuando hierves la comida en agua.

2.- No hay agua.

Por lo tanto, no se pierden las vitaminas hidrosolubles, es decir, las que se pierden en el agua. Podríamos llamarlas vitaminas “agua-solubles”.

3.- Más sabor.

Al hacerse en su propio vapor, el sabor no se pierde en el agua, sino que este tipo de cocción permite que se impregnen mucho más todos los sabores y aromas.

4.- Di sí a los condimentos.

Las especias (pimienta, cúrcuma, nuez moscada…), las hiervas aromáticas (tomillo, eneldo, laurel…) y los cítricos (naranja, lima o limón) potenciarán el sabor de tus platos cocinados al vapor.

5.- Más jugosidad.

Puedes añadir salsas sin problema, ya que se integran en el alimento durante la propia cocción y se impregnan de toda su esencia.

Ideas para cocinar al vapor

Como sugerencia, te invito a probar las siguientes preparaciones al vapor:

cocinar al vapor1.- Rodaja de salmón con lima, espárragos verdes, ajitos tiernos y pimienta negra.

2.- Pisto de verduras (cebolla, berenjena, calabacín y pimiento rojo) con salsa de tomate.

3.- Garbanzos (pre-cocidos) con espinacas, piñones y cúrcuma.

Añadiendo una sola cucharada de aceite de oliva virgen extra en cada preparación, lograrás un mejor resultado.

Dale una oportunidad a la cocción al vapor y… ¡Cómete la Vida!