Cuando oímos la palabra «ácido fólico» suele venir acompañada de «embarazo«. Esto es lógico, ya que es precisamente durante el embarazo cuando las necesidades de ácido fólico aumentan.

Es por este motivo que debes aumentar las fuentes de ácido fólico e incorporar a tu dieta alimentos que lo tengan en la cantidad adecuada. Pero no debemos prestar atención a los niveles de ácido fólico solo durante el embarazo. Una cantidad adecuada de ácido fólico nos protege el corazón, ayudándolo a mantenerlo a salvo de enfermedades cardiovasculares.

Como ya os he comentado, debemos aumentar las fuentes de ácido fólico durante el embarazo y la lactancia, pero también en caso de sufrir enfermedades renales, hipertiroidismo, psoriasis o cáncer.

¿Y cuáles son esas fuentes de ácido fólico? Te invito a continuar leyendo esta artículo para descubrirlas:

Las 3 fuentes de ácido fólico desconocidas

FRUTAS

Las frutas con un mayor contenido en ácido fólico son el aguacate, el plátano y el melón. Puedes comerlas tanto en el desayuno, media mañana, postre o merienda, esto no influye a la hora de absorber el ácido fólico.

LEGUMBRES

Tanto las judías como las habas son fuentes de ácido fólico que pasan desapercibidas para la mayoría de la población. Y no se trata solo de aumentar la dosis de ácido fólico, ya que es conveniente tomarlas junto con alimentos ricos en vitamina C para asegurar así su absorción. También ayuda a la absorción de las proteínas de las legumbres, en este caso, de origen vegetal.

VERDURAS

Seguro que has pensado en las espinacas, porque son conocidas por su alto contenido el ácido fólico. De lo que no se habla tanto, es de la gran cantidad de ácido fólico que contienen las coles, como la coliflor, el brócoli y las coles de bruselas.

Como veis, en cuanto a la población vegana, es totalmente compatible la dieta vegana con mantener unos niveles adecuados de ácido fólico, por lo que la suplementación no es necesaria.

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