Antiguamente, un plato de cocido con sus lentejas, su chorizo, su trozo de jamón y su refrito era sinónimo de buenos hábitos alimentarios y buena salud para toda la familia. Pero todo eso ya ha quedado atrás, ya que hoy en día un plato saludable debe contener un aporte rico en nutrientes pero pobre en grasas.
Todos estamos de acuerdo en que las costumbres gastronómicas evolucionan a medida que pasan los años, pero hay ciertos mitos y leyendas que aún hoy en día persisten en nuestra sociedad, como por ejemplo, el que las legumbres tienen mucha grasa y no tienen cabida en un estilo de vida saludable.
¿Por qué engordan las legumbres?
¡Por la guarnición! Es lo mismo que aquel famoso dicho… «¡ojo con el pan, que engorda!». En el caso de las legumbres ocurre algo similar:
Durante años hemos creído que las legumbres eran un alimento pesado, rico en grasa y difícil de digerir, pero el problema era el acompañamiento que se les hacía en esos platos: morcilla, chorizo, jamón, refritos y demás ingredientes que, sin ánimo de menospreciar a ninguno de ellos, inundaban el plato de grasa y demás sustancias no muy recomendadas para mantener nuestras arterias limpias.
El verdadero contenido en grasa de las legumbres:
Permitidme hacer la primera aclaración al respecto: el contenido en grasa de las legumbres varía de entre 1-3g. por ración, ¡1-3 gramos! Lo que equivale a media cucharada pequeña de aceite.
Muchas son las personas que igualan las legumbres a la pasta o al arroz, ya que contienen hidratos de carbono. La diferencia principal es que las legumbres, además de hidratos de carbono, contienen proteínas, lo cual es una combinación perfecta para que nuestro músculo se nutra como es debido. Además de las proteínas, su alto contenido en fibra hace que nuestro cuerpo absorba esos hidratos de carbono de manera progresiva, proporcionándonos energía durante mucho más tiempo y ayudándonos a regular el apetito.
Lo ideal es combinar la fibra de las legumbres y la de las frutas y las verduras con la fibra procedente de los cereales integrales durante el día.
Combinaciones perfectas con legumbres:
Lentejas + Arroz = aporte prefecto de aminoácidos esenciales.
Ensalada de canónigos + Lentejas + Fresas = mayor absorción de hierro.
La soja es la única legumbre que ya de por si los contiene, sin necesidad de combinarla con ningún otro ingrediente.
La quinua:
Es considerado un pseudo-cereal, pero tiene una composición parecida a la de las legumbres por su contenido en hidratos de carbono, proteínas y fibra. Contiene 9 aminoácidos esenciales y da muchísimo juego a la hora de prepararla. Nunca te aburrirás de comer quinua, ya que puedes incluirla en sopas, cremas, ensaladas, salteados y postres varios.
En definitiva, debemos dejar de tenerles miedo a las legumbres e incluirlas en nuestra dieta habitual. Combínalas con distintas frutas y hortalizas y disfruta de esos magníficos platos mientras te cuidas.
¿A qué esperas? ¡Cómete la Vida!
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