Son muchos los mitos que durante años han rondado a las legumbres. Me gustaría echar la vista atrás y hacer una pequeña comparativa de las legumbres de ayer y las legumbres de hoy. Más que nada, para valorar las mejoras que nos siguen ofreciendo y cómo hemos variado la manera de cocinarlas.
¿Cómo eran las legumbres de ayer?
Antiguamente, la legumbre era el alimento estrella en muchos hogares. Se realizaba un trabajo con un mayor desgaste físico que el que podemos realizar hoy en día. Esto suponía un aumento de las calorías de los platos, sin pensar en cómo podía afectar ese exceso calórico a la salud. Junto con ellas, no faltaban el chorizo, la morcilla y cualquier tipo de carne grasa que le diera ese «alimento» extra al plato.
Su gran poder saciante y su bajo precio las hacían aptas para cualquier tipo de hogar. Eran más bien un plato de invierno debido a la manera de cocinarlas, con bien de caldo para comerlas bien calientes.
¿En qué han cambiado las legumbres?
Hoy en día, el consumo de legumbres ha disminuido considerablemente, aunque en los últimos años esté aumentando poco a poco. La legumbre en sí, el grano, sigue siendo el mismo y es rico en proteínas, hidratos de carbono y fibra. Pero sobretodo, lo que hemos variado es la manera de cocinarlas. Esto nos permite consumirlas mucho más en los meses más calurosos, incluyéndolas en las ensaladas, cremas frías, tostadas saladas, etc.
Acompañadas de verduras, ya sean crudas o cocinadas, conseguimos un plato completo en nutrientes y bajo en calorías. Tanto es así, que se han convertido en el gran aliado de la población vegana. De esta manera, aumentan las proteínas de su dieta sin incrementar las calorías. ¡Ah! Y sin la necesidad de incorporar embutidos ni acompañamientos calóricos.
Si cogemos una dieta para perder peso de hace unos años, no veremos ni rastro de legumbres. Ahora, en cambio, se recomiendan y se incluyen en cualquier pauta dietética para perder peso, siempre y cuando el paciente no tenga ninguna intolerancia a ellas.
Por suerte, hemos dejado atrás el mito alimentario de que las legumbres son ricas en grasa. Si tenemos en cuenta cómo se cocinaban antiguamente, estaríamos hablando de un plato bastante calórico, pero la legumbre (garbanzos, lentejas, guisantes, alubias, azukis…) por sí sola no es rica en grasas ni calorías.
Haz la elección ideal para cocinar tus legumbres de la mejor manera posible y… ¡Cómete la Vida!
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