Llega el tan temido momento de subirte a la báscula y es, en ese instante, cuando repasas cada uno de los excesos a los que has sometido a tu cuerpo. Porque, hasta ese momento, no te has parado a pensar en las consecuencias, sino en disfrutar.

Toca cuidarse y no sólo porque estés pensando en ese viaje a la playa en Semana Santa, en esa boda en abril o en el momento bikini del verano, sino porque tu cuerpo te lo está pidiendo.

Sois muchos los que pensáis en perder peso rápidamente y otros, en cambio, optáis por incluir una serie de hábitos saludables con la intención de mantenerlos en el tiempo.

¿Qué ocurre cuando decides perder peso?

Hay 2 acciones que el 99,9% de las personas que quieren ganar el pulso a la báscula ponen en práctica desde el día 1 en que deciden perder peso:

1.- Dieta.

2.- Ejercicio.

la basculaPara perder peso es fundamental que tu dieta cumpla, entre otras, las siguientes características:

  • Ha de ser variada, incluyendo todos aquellos alimentos que beneficien a tu cuerpo.
  • Si es baja en grasa, conseguirás reducir la que has acumulado en tu cuerpo más rápidamente.
  • Debe ser rica en fibra, no para obtener un efecto laxante, sino para regular todo tu cuerpo a nivel intestinal.
  • Si está supervisada por un profesional, ¡mejor que mejor!

La dieta no deja de ser parte de tu entrenamiento y te darás cuenta de ello a medida que vayan pasando los días. Para que tu entreno sea mucho más eficaz y consigas los resultados que te hayas propuesto más rápidamente, la dieta es tu gran aliada. Y, hablando de ejercicio, hay personas que cuando comienzan a realizar ejercicio físico comentan: «en lugar de perder peso, ¡estoy engordando!» Bien, todo tiene su explicación.

Deja de temer a la báscula

Son ya varias las personas con la que me he cruzado en los últimos años y me han llegado a decir que habían dejado de hacer ejercicio porque les hacía engordar. ¡Como lo estáis leyendo! No las juzgo, simplemente las pongo de ejemplo para explicarte qué es lo que realmente ocurre en el cuerpo:

la basculaCuando llevas un tiempo sin hacer ejercicio, tu cuerpo se compone de un alto porcentaje graso frente a un bajo porcentaje muscular. Cuando comienzas a realizar ejercicio, tu cuerpo invierte dichos porcentajes. ¿Qué es lo que ocurre?

  1. Tu peso aumenta debido al incremento de esa masa muscular.
  2. Tu salud mejora debido a la disminución de esa grasa corporal.
  3. La talla de tu pantalón va disminuyendo poco a poco.
  4. Te sientes mejor, no sólo físicamente, sino psicológicamente.

Ahora que conoces el motivo de ese ligero aumento de peso, que no deja de ser por el aumento de masa muscular frente a la disminución de la grasa corporal, cuando empiezas a hacer ejercicio después de un largo tiempo, mi pregunta es: ¿no crees que deberías priorizar todos los beneficios que estás ofreciendo a tu cuerpo en lugar de obsesionarte con la báscula y los kilos que marque o deje de marcar? Te invito a pensar en todo lo bueno que está pasando en tu cuerpo gracias a la incorporación del ejercicio en tu vida y, sobre todo, que la báscula te da una sóla información, el peso corporal, pero como has podido comprobar, no lo es todo.

Se más inteligente que la báscula y… ¡Cómete la Vida!