En los últimos años, el mundo de los veganos ha sufrido un aumento muy notable en nuestra sociedad. Hace unos 10 años, ser vegano era ser «el bicho raro» de la mesa, el defensor de los animales que se alimentaba a base de ensaladas… Por suerte, los tiempos van cambiando y la percepción que se tenía de las personas veganas, también.
¿Qué significa ser vegano?
Hay distintos tipos de veganismos en cuanto al tipo de alimentación se refiere:
Vegetarianos estrictos:
Su dieta está basada en las plantas, verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos. No consumen ningún tipo de alimento de origen animal ni tampoco sus derivados.
Lacteovegetariano:
Se permiten incluir en su dieta los lácteos, además de los alimentos de origen vegetal que consumen los vegetarianos estrictos.
Ovolacteovegetarianos:
Estos, además de los lácteos, también incluyen los huevos en su dieta.
Flexitarianos:
Es una nueva modalidad de vegetarianos que consiste en basar la dieta en alimentos de origen vegetal, pero se permiten incluir (de vez en cuando) pescado, pollo, lácteos o incluso huevos, pero sin tomar carnes rojas ni embutidos.
Ser vegano, ¿sirve para adelgazar?
Este es el error que más se comete: el hacerse vegano con la intención de adelgazar pero, siento deciros que son muchísimas las personas que obtienen el efecto contrario. ¿Por qué? Debido al aumento de los hidratos de carbono y de las grasas, incluidas en muchos de los alimentos elaborados «para veganos», como son las barritas de cereales, los yogures, los quesos… Y sin olvidarnos que, al aumentar el consumo de frutos secos, estamos aumentando la cantidad de grasa que ingerimos, por mucho que sea saludable el tipo de grasa de los frutos secos, no deja de ser grasa.
Lo ideal es que, si quieres cuidarte y empezar a eliminar los alimentos de origen animal de tu dieta, sustituyas esos alimentos por semillas, legumbres, verduras y hortalizas crudas y cereales integrales en lugar de sustituirlos únicamente por más hidratos de carbono (azúcares), frutos secos, salsas y comida precocinada.
Se consciente del tipo de alimentación que llevas a cabo y… ¡Cómete la Vida!
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